NOEn la capital francesa, varios miles de manifestantes – 25.000 según los organizadores de la manifestación y 7.700 según la policía – desafiaron el frío al son de instrumentos de percusión, en un ambiente animado.
Muchos inmigrantes indocumentados marcharon al frente de la procesión.
«Exigimos la derogación total de la ley. Vinimos a Francia a trabajar, no somos criminales», afirmó Mariama Sidibé, empleada doméstica jubilada y portavoz del grupo de inmigrantes indocumentados con sede en París.
Más de 400 grupos, asociaciones, sindicatos y partidos políticos han convocado protestas contra un texto que «recoge muchas ideas de la extrema derecha».
«El Ministro del Interior, Gérald Darmanin, nos dice que el diploma será necesario para protegernos de la extrema derecha. Pero luego, para que no tengamos a Marine Le Pen (líder de la extrema derecha francesa) en el poder, él aplica el programa de Marine Le Pen, no tiene sentido», afirmó Marc Cecome, un ex mecánico de transporte público, que se manifestó en Marsella, en el sur de Francia, con unas 2.500 personas, según el municipio.
Adoptado con dificultad por el Parlamento el 19 de diciembre, el texto restringe el pago de prestaciones sociales a los extranjeros, establece cuotas de migración, cuestiona el carácter automático del derecho a la residencia legal y restablece un «delito de residencia ilegal».
Antes del anuncio de la decisión del Consejo Constitucional, prevista para el 25 de enero, más de 200 personalidades francesas presentaron un nuevo recurso contra la ley.
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