El proyecto de resolución, elaborado por la Unión Europea y copatrocinado por decenas de países de distintos continentes, obtuvo 143 votos a favor, cinco en contra y 35 abstenciones.
«La ONU no tolerará los intentos de anexión por la fuerza», dijo la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas Greenfield, minutos antes de la votación.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vasily Nebenzya, insistió en que su país actúa en Ucrania para defender a una población y que los referéndums y la posterior anexión contaron con el apoyo de la población local.
Además de exigir que Rusia rescinda la anexión de Donetsk, Lugansk, Kherson y Zaporizhia, la resolución declara que las acciones de Moscú violan la soberanía y la integridad territorial de Ucrania y son incompatibles con los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
La resolución condena claramente los «llamados referéndums ilegales» y el «intento de anexión ilegal» de Rusia y los declara inválidos según el derecho internacional.
El texto también incluye lenguaje que apoya la reducción de conflictos y promueve la resolución de conflictos a través del «diálogo político, la negociación, la mediación y otros medios pacíficos», respetando las fronteras de Ucrania reconocidas internacionalmente y de acuerdo con los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
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