Los gobiernos, las familias y las instituciones financieras continúan endeudándose a medida que la economía global experimenta una crisis marcada por una inflación creciente. Este escenario podría conducir a un aumento de la deuda global al 366% del producto interno bruto (PIB) para 2030.
Según S&P Global Ratings, esto supondría un fuerte aumento de la deuda global actual, que en junio de 2022 se situó en 277.000 millones de euros (300.000 millones de dólares), lo que representa el 349% del PIB mundial, revela ‘Bloomberg’.
Terry Chan y Alexandra Dimitrijevic escribieron en el informe que «la demanda de deuda, para ayudar a los consumidores a combatir la inflación, mitigar el cambio climático y reconstruir la infraestructura, por ejemplo, continuará».
Sin embargo, advierten, «para mitigar el riesgo de una crisis financiera, pueden ser necesarias compensaciones entre el gasto y el ahorro».
A medida que la Reserva Federal de EE. UU. y el Banco Central Europeo subieron las tasas de interés para controlar la inflación, la carga de la deuda creció. Según el informe, suponiendo que alrededor del 35 % de la deuda mundial tiene una tasa variable sensible a la política monetaria, el ciclo alcista del año pasado agregó 2,7 billones de euros adicionales (3 mil millones de dólares) de cargos por servicio de la deuda.
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