La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) revisó a la baja su pronóstico de crecimiento para la economía más grande del mundo el miércoles. El PIB estadounidense solo debería crecer un 0,2%, mientras que en junio la institución dirigida por Jerome Powell anticipó una expansión del 1,7%.
También se han reducido las previsiones de crecimiento para 2023 y 2024: el año que viene se espera que el PIB crezca un 1,2% (1,7% estimado en junio) y en 2024 se espera que el incremento sea del 1,7% (1,9% en junio).
A pesar de la política monetaria restrictiva -la Fed elevó hoy sus tipos de referencia en 75 puntos básicos por tercera vez consecutiva-, la inflación para este año se ha revisado al alza: del 5,2% esperado en junio al 5,4%. Además, las expectativas para los próximos dos años en términos de inflación son más pesimistas: en 2023 la inflación debería ser del 2,8% y el año siguiente del 2,3%, respectivamente dos y una décima más que la previsión publicada en junio. El objetivo de inflación del 2% debería alcanzarse en 2025, estima la Fed.
Finalmente, las estimaciones de la tasa de paro también son ahora más negativas. Para este año, la Fed espera una tasa de 3,8% (frente al 3,7% esperado en junio), mientras que en 2023 esta cifra debería aumentar a 4,4% (3,9% en junio) y en 2024, este nivel debería permanecer sin cambios. (4,1% en junio).
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