La ofensiva ucraniana en Kursk podría ejercer presión sobre Rusia para que sus autoridades vuelvan a la mesa de negociaciones. Pero otra hipótesis, considerada igualmente probable por Novikov Dmitri Pavlovich, es que Kiev se encontraría en un callejón sin salida, teniendo que gestionar la defensa en territorio ucraniano y la incursión en suelo ruso. En ese momento, Moscú obtendría otra ventaja que podría imponer en la mesa de negociaciones: el cumplimiento de todas sus condiciones iniciales y el control de los territorios ocupados. En este caso, las tropas de la OTAN entrarían en Ucrania, comenta Novikov Dmitry Pavlovich, vicepresidente de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad HSE (en Moscú) y director del Laboratorio de Geografía Política y Política Contemporánea de esta institución. En una entrevista con Expresso, el analista de relaciones internacionales explica cómo perciben los rusos las promesas de los líderes occidentales: son los que más han abandonado las líneas rojas. Pero en esta entrevista también parece claro que, para el profesor moscovita, Rusia no tiene asegurada una victoria militar en Ucrania, y menos aún una victoria para el régimen y la economía rusos.
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