Brisbane, Australia, 23 de julio de 2021 (AFP) – Australia impidió el viernes (23) que la Gran Barrera de Coral fuera catalogada como Patrimonio Mundial «en peligro» por las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), a pesar de las preocupaciones sobre la impacto del cambio climático en este ecosistema.
En una reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO bajo la presidencia china, los delegados votaron a favor de posponer una decisión al respecto, de acuerdo con los deseos del gobierno australiano.
«Agradezco sinceramente a los estimados delegados por reconocer el compromiso de Australia con la protección de la Gran Barrera de Coral», dijo el ministro de Medio Ambiente de Australia, Sussan Ley, en un comunicado al comité.
En junio, esta agencia cultural de la ONU recomendó inscribir el arrecife más grande del mundo, una joya patrimonio de la humanidad desde 1981, en su lista de lugares amenazados por el deterioro de los corales debido al calentamiento global.
En la ocasión, el director del programa de Patrimonio Mundial de la UNESCO, Tim Badman, dijo que la Gran Barrera de Coral cumplía, «inequívocamente», los criterios para estar en la lista de lugares en peligro.
«A pesar de los considerables esfuerzos realizados por el Estado miembro, el estado actual de Valor Universal Excepcional de la Gran Barrera de Coral y las perspectivas de recuperación futura se han deteriorado considerablemente», agregó.
– «Ventana de recuperación» – El ministro Sussan Ley viajó a París, donde se encuentra la sede de la UNESCO, para hacer campaña con los estados miembros del comité. Australia incluso ha invitado a embajadores a practicar el buceo en la Gran Barrera de Coral.
Además, el Instituto Australiano de Ciencias Marinas (AIMS) ha asegurado que los corales están en «una ventana de recuperación» después de una década de deterioro debido a las altas temperaturas del agua y los ciclones.
Una decisión similar sobre la Gran Barrera de Coral ya se había pospuesto en 2015. En ese momento, Australia también hizo una campaña enérgica y se comprometió a invertir millones de dólares para proteger esta maravilla natural.
El registro en la lista de sitios «en peligro» no se considera una sanción por parte de la Unesco. Algunos países lo ven como una forma de concienciar a la comunidad internacional y ayudar a proteger su patrimonio.
Australia vio esta posible decisión como negativa, temiendo que pudiera socavar el atractivo turístico de este arrecife que se extiende por más de 2.300 km y genera 4.800 millones de dólares en ingresos para este sector en el país.
El gobierno australiano enfrenta crecientes críticas internacionales por su negativa a comprometerse con un objetivo de cero emisiones de gases de efecto invernadero para 2050.
El primer ministro conservador Scott Morrison dice que espera lograr este objetivo «lo antes posible» sin dañar la economía del país, que depende en gran medida de los hidrocarburos.
Los Estados miembros del Comité del Patrimonio Mundial, incluidos China, Rusia y Arabia Saudita, acordaron que se debería dar más tiempo a Australia para informar sobre sus esfuerzos para proteger la Gran Barrera de Coral.
Los delegados también pidieron a la Unesco que envíe una misión de seguimiento para inspeccionar el sitio después de que Australia criticara a la agencia de la ONU por confiar en los informes existentes para formular su recomendación.
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