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Algunos pensaron que el presidente ruso dejaría que su homólogo turco lo esperara este viernes, antes del inicio de la reunión de Sochi -sería una forma de venganza- retraso de dos minutos en la última reunión en Teherán. Pero el escenario era muy diferente. Vladimir Putin recibió a la delegación turca y saludó personalmente a Recep Tayyip Erdoğan. La cordialidad no quedó ahí. Durante los ocho minutos retransmitidos en directo por televisión, el jefe de Estado ruso elogió la «implicación personal» del presidente turco para encontrar una solución al problema de los cereales retenidos en Ucrania.
Erdoğan respondió de la misma manera. Recibido en Sochi en grandes circunstancias, el presidente turco mostró «agradecimiento». «Gracias. Estoy encantado de que nos volvamos a encontrar tan pronto después de nuestra reunión en Teherán., le dijo a Putin frente a las cámaras, consciente de la importancia de estas declaraciones. «Los ojos del mundo están puestos en Sochi», dijo, anticipando que las «mejores respuestas» se darían en el encuentro a puerta cerrada tras esos primeros minutos que parecían escenificados.
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