La plaza de Cibeles de Madrid se vio inundada hoy por manifestantes que protestaban contra la amnistía concedida a los separatistas catalanes por Pedro Sánchez, jefe del gobierno español, a cambio de apoyo parlamentario. Según las autoridades, asistieron 170.000 personas, mientras que los organizadores apuntaban a un millón. La manifestación fue convocada por una plataforma de 100 entidades de la sociedad civil y apoyada por el Partido Popular (PP) y Vox, cuyos líderes, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, estaban presentes.
“España se vende por siete votos”, “los golpistas protegidos, los españoles abandonados” o “Puigdemont, en prisión” fueron los lemas. Decenas de miles de manifestantes, armados con carteles y banderas de España y de la Unión Europea, expresaron su descontento con las elecciones del jefe del gobierno socialista recientemente reelegido.
Núñez Feijóo, líder del PP, pidió la intervención de Bruselas al considerar que esta medida constituye un ataque al Estado de derecho y al principio de separación de poderes. «Las alarmas y alertas de nuestra democracia están activadas», reiteró el principal opositor de Sánchez.
Una vez finalizada la protesta, alrededor de las 13.00 hora local, los manifestantes se dispersaron. Algunas personas se dirigieron a la sede del Partido Social de los Trabajadores Españoles (PSOE), mientras que otro grupo se dirigió a las afueras del Palacio de la Moncloa, residencia oficial del presidente del Gobierno, obligando al cierre de una autopista.
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