La NASA finalmente abrió la bóveda del asteroide Bennu

La NASA finalmente abrió la bóveda del asteroide Bennu

La misión OSIRIS-REx, un proyecto de ocho años que consumió más de mil millones de dólares en recursos, resultó en el regreso de una bandeja de muestra llena de rocas de color negro oscuro del asteroide Bennu. A primera vista, estos especímenes pueden parecer comunes y se asemejan al tipo de rocas que se pueden encontrar en un camino de entrada. Sin embargo, esta apariencia oculta la profunda importancia científica del material.

Bennu, clasificado como asteroide tipo “B”, estaría compuesto por sustancias presentes en los albores de nuestro sistema solar hace más de 4.500 millones de años. Estas sustancias incluyen compuestos orgánicos que, a pesar de su nombre, no son indicativos de vida, sino más bien moléculas complejas de carbono-hidrógeno (CH) y agua. Esta combinación de materiales se conoce como “condritas carbonosas”.

Aunque se han encontrado materiales similares en la Tierra en forma de meteoritos, como el famoso meteorito Allende de México, estos ejemplares terrestres sufrieron transformaciones durante su viaje a través de nuestra atmósfera y el tiempo en la superficie terrestre. Esta alteración, aunque sutil, los distingue de la materia primordial e intacta que constituye Bennu. Esta distinción resalta el valor único de las muestras devueltas por OSIRIS-REx, que proporcionan un vínculo más directo con las condiciones iniciales de nuestro sistema solar.

Una imagen en mosaico del asteroide Bennu. (Crédito: OCAMS/NASA)

La misión a Bennu implicó un proceso complejo para llegar al asteroide, colocar un dispositivo de muestreo en su superficie y luego devolver los materiales recolectados a la Tierra. El viaje de regreso de la muestra a la Tierra se gestionó meticulosamente para preservar su integridad y culminó con su llegada a Utah. El contenedor que contenía la muestra estaba sellado con tanta eficacia que la NASA tuvo que desarrollar nuevas herramientas para abrirlo, lo que refleja los desafíos de la misión y el cuidado puesto para mantener la pureza de la muestra.

READ  Google: ¡Aprende a ser el maestro de la búsqueda!

Al examinarlo, el material de Bennu apareció como una sustancia oscura parecida al hollín que habría estado presente en el vacío del espacio durante unos 4.500 millones de años. El tamaño y la forma del asteroide, descrito como una forma de diamante de medio kilómetro, así como su superficie sorprendentemente llena de escombros, presentaron desafíos adicionales para la misión. Esta composición de la superficie, parecida a un conglomerado de rocas, no era exclusiva de Bennu, ya que se observó una textura similar en Ryugu, otro asteroide muestreado por la Agencia Espacial Japonesa.

La importancia de la misión OSIRIS-REx va más allá de la simple adquisición de material de asteroides. Devolver estas muestras a la Tierra permite un nivel de análisis e investigación científica que sería inalcanzable si se realizara de forma remota en un asteroide. Las limitaciones de los instrumentos espaciales, en términos de finura, peso y complejidad, requieren la devolución física de las muestras para su análisis detallado.

Esta misión marca el segundo caso, y el primero para los Estados Unidos, en el que se trae material de asteroides a nuestro planeta. Los análisis de estas muestras proporcionarán información sobre su edad precisa, su composición química e isotópica, así como sus características mineralógicas. Además, la investigación se centrará en compuestos orgánicos que se han mantenido sin cambios desde la formación del sistema solar. Estos componentes, junto con el contenido de agua detectado, son esenciales para comprender las condiciones que podrían conducir al surgimiento de la vida.

Los materiales recuperados de Bennu, aunque aparentemente son una simple colección de rocas negras, representan un vínculo tangible con el sistema solar primitivo. El estudio de estas muestras podría revelar información sobre las condiciones primordiales que dieron origen a nuestro planeta y, por extensión, a la vida tal como la conocemos. Par conséquent, la mission OSIRIS-REx constitue un pont essentiel vers nos origines cosmiques, offrant des informations qui ne pourraient être obtenues qu'en examinant directement des matériaux non altérés par les processus qui affectent les substances une fois qu'elles atteignent la surface de la tierra.

READ  "Nueva vida" para el legendario buque insignia de Samsung de hace casi 10 años

Fuente: Descubre la revista

Written By
More from Celio Aragon
Aparece en Internet un HomePod inédito con pantalla LCD
Hay rumores de que Apple está desarrollando un nuevo HomePod con pantalla,...
Read More
Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *