El lunes pasado (19), investigadores de la Northwestern University, en Estados Unidos, divulgado el primer modelo de alta resolución que simula el nacimiento de una estrella, un proceso que lleva millones de años.
El proyecto STARFORGE (acrónimo de «Formación estelar en entornos gaseosos»), del que forma parte el vídeo, pretende subvencionar a los astrónomos para que puedan estudiar protoestrellas (que aún están en desarrollo). De esta manera, los científicos podrán responder preguntas cruciales sobre la formación y el comportamiento de estos cuerpos celestes.
Hay una multitud de partículas de gas (generalmente hidrógeno) liberadas al Universo. La fuerza gravitacional finalmente se empuja entre sí, lo que lleva a la formación de nubes gigantes. Este cúmulo de gas es una nebulosa. Los vientos interestelares transportan y acumulan gas en algunas partes. Como resultado, la fuerza gravitacional juega un papel más importante en estos espacios más densos.
La presión en la nube se vuelve tan alta que los átomos de hidrógeno eventualmente se fusionan. Como resultado de esta fusión nuclear, tenemos helio, que se acompaña de una enorme explosión caliente y brillante: la estrella.
Los científicos tardaron unos 100 días en producir la simulación. Para desarrollarlo, tuvieron que usar la supercomputadora Frontera de la Universidad de Texas, una de las más poderosas del mundo. La simulación es compleja porque los investigadores tomaron en cuenta una serie de factores, como la gravedad, la dinámica de los gases, los vientos estelares, los campos magnéticos, entre otros puntos que podrían influir en la formación de la protoestrella.
Los investigadores han ido más allá de la simulación y ya han comenzado a desentrañar algunas preguntas sobre la formación de estrellas. Es posible que hayas notado en el video que justo después de que se formara el punto blanco (las estrellas), sus polos liberaron poderosos chorros. Estos chorros de plasma están formados por materia que «cae» sobre la estrella. Este material eventualmente interactúa con el campo magnético y parte de él es transportado a los polos, donde luego es expulsado.
Sobre esta base, los científicos llevaron a cabo dos simulaciones: una manteniendo los chorros y la otra eliminándolos. Notaron que los chorros influyen directamente en la masa de la estrella. Cuando se liberaron, se eliminó el gas alrededor de la estrella, evitando que llegara más materia. Sin los chorros, la acumulación de materia fue mucho mayor y las estrellas se volvieron gigantes, teniendo hasta diez veces la masa del Sol. El estudio que describe la influencia de los chorros fue publicado en febrero en la revista Avisos mensuales de la Royal Astronomical Society.
Michael Grudić, uno de los autores del estudio, explicó la importancia del estudio en Lanzamiento: “Si podemos entender la formación de estrellas, entonces podemos entender la formación de galaxias. Y al comprender la formación de las galaxias, podemos comprender mejor de qué está hecho el universo ”.
«Explorador apasionado. Aficionado al alcohol. Fanático de Twitter. Webaholic galardonado. Aficionado a la comida. Geek de la cultura pop. Organizador».