En conferencia de prensa, el alcalde Eric Adams enfatizó que la ciudad no puede otorgar asilo a extranjeros. (Foto: EBC)
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, dijo que la ciudad estadounidense ya no tiene espacio para inmigrantes ilegales y que se distribuirán volantes en la frontera entre Estados Unidos y México para instar a los posibles inmigrantes a buscar otras ciudades.
Con un mensaje en inglés y español, el material advierte a los solicitantes de asilo que vivir en Nueva York es «demasiado caro». También señala que el costo de la alimentación, el transporte y otras necesidades es el más alto de todo el país.
“No hay garantía de que podamos brindar refugio y servicios a los recién llegados”, afirma otro extracto. «Por favor considere otra ciudad cuando decida dónde pretende establecerse en los Estados Unidos».
Nueva York siempre ha sido un santuario para inmigrantes, pero Adams está tratando de reducir gradualmente el número de recién llegados. Sus críticos lo acusan de violar las leyes de vivienda, que exigen que la ciudad proporcione una cama a quienes la necesitan.
El anuncio «no solo socava el derecho a la vivienda, sino que también socava el papel definitorio de Nueva York como un faro de promesa, consagrado al pie de la Estatua de la Libertad», dijo el abogado de la ciudad, Brad Lander. Mientras tanto, la rama de Nueva York de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) calificó el plan del alcalde de «cruel» e «ilegal».
Estadístico
Más de 90.000 personas, en su mayoría de Centroamérica y Sudamérica, han llegado de forma irregular a la ciudad desde abril del año pasado, provocando una sobrecarga de servicios locales como el sanitario. «Nuestro vaso está lleno, no tenemos más espacio en la ciudad», dijo Adams en una conferencia de prensa.
La gran afluencia se produjo cuando los estados controlados por republicanos, como Texas, comenzaron a enviar viajeros ilegales a áreas gobernadas por líderes del Partido Demócrata. La medida es parte de una estrategia ideológica contra las políticas migratorias más tolerantes adoptadas por el presidente Joe Biden.
Casi 106.000 personas, incluidos unos 54.000 inmigrantes, viven en refugios u hoteles bajo el cuidado de la administración de la ciudad de Nueva York, según funcionarios locales.
Adams dijo que la ciudad quería que la gente se enfrentara a «la realidad real justo en la frontera, lo que deberían estar haciendo los federales». También anunció que los inmigrantes adultos solteros tendrán que volver a solicitar alojamiento después de 60 días para ayudar a liberar espacio para familias con niños.
Según él, la ciudad ayudaría a los inmigrantes a encontrar un alojamiento alternativo a través de amigos, familiares y redes de apoyo.
“Nuestra compasión es infinita, pero nuestro espacio no lo es”, señaló Ted Long, funcionario de la agencia que maneja gran parte de las viviendas de emergencia para inmigrantes. «No podemos seguir absorbiendo a decenas de miles de recién llegados por nuestra cuenta, sin asistencia estatal y federal».
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