“Todos los servicios en todas las localidades deben reforzar su sentido de urgencia. Se deben implementar todas las medidas apropiadas en la medida de lo posible”, dijo Li Keqiang, según la cadena estatal CCTV.
Agregó que estas medidas de apoyo deben apuntar a un “rápido retorno a la normalidad” de una economía que ha mostrado signos de “claro debilitamiento” desde marzo, y en particular en abril.
Desde hace varios meses, China se enfrenta a un resurgimiento epidémico que afecta en diversos grados a distintas partes del país.
Como parte de la estrategia de salud de ‘caso cero’ de covid, varias ciudades han sido confinadas, incluida la importante metrópolis portuaria de Shanghai, que está pesando mucho en la producción y el consumo.
China reveló el lunes su peor desempeño económico en dos años, con un aumento de la tasa de desempleo el mes pasado al 6,1%, cerca de un máximo histórico.
La desaceleración económica pone en peligro el objetivo de crecimiento del 5,5 % de Beijing en un año políticamente delicado en el que el presidente Xi Jinping será reelegido como jefe del Partido Comunista de China (PCCh).
La estrategia de “casos cero” por la que aboga el Gobierno es cada vez más cuestionada por la ciudadanía en general y el mundo empresarial en particular, que se muestran alarmados ante las amenazas que suponen los cierres de actividad.
China parece estar aislándose cada vez más: las fronteras están cerradas para la mayoría de los viajeros extranjeros y el país ha cancelado o pospuesto varias competiciones deportivas internacionales en los últimos días, en nombre de la situación sanitaria.
El país ya no emite nuevos pasaportes a sus nacionales, a menos que puedan justificar la necesidad de viajar al extranjero, como, por ejemplo, aceptar un trabajo o realizar estudios.
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