El director general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dijo a Lusa el viernes que debido a la política de repatriación de inmigrantes ilegales de los Estados Unidos de América, los albergues del lado mexicano están superpoblados y tienen necesidades totales.
“Apoyamos en la región fronteriza sobre 75 albergues para migrantes la mayoría de los cuales están hacinados y las necesidades son totales: techo, pero también comida, agua, ropa de abrigo para el invierno”, dijo António Vitorino, en una entrevista con Lusa, en Brasilia. «Esta es una situación humanitaria preocupante y estamos tomando medidas», dijo.
Según Vitorino, “después de una serie de retornos de Estados Unidos a México, lo que está sucediendo es una gran concentración de personas en la frontera entre México y Estados Unidos con evidentes necesidades humanitarias”.
El funcionario de la OIM recordó que estas personas se encuentran bloqueadas “a la espera de que la situación sea aclarada” por la Corte Suprema estadounidense.
“Esperamos que se adopte una nueva decisión el próximo mes para aclarar la situación”, dijo el Director General de la OIM, en referencia a la Corte Suprema de EE. UU. que decidió a fines de año mantener indefinidamente la llamada ley Título 42, que agiliza la deportación de migrantes en la frontera, contrario a las expectativas de los defensores de la inmigración que esperaban su fin.
La nueva decisión, tras cambios en la ley por parte del gobierno estadounidense, debería conocerse dentro de un mes.
A principios de enero, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció un cambio importante en la política migratoria del país, negociado con México.
Bajo este plan, Estados Unidos enviará 30.000 migrantes por mes desde Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela a la frontera con México.
A cambio, 30.000 personas de estos cuatro países que obtengan patrocinadores, verificaciones de antecedentes y un vuelo a Estados Unidos recibirán una visa de dos años para trabajar legalmente en el país.
Según Naciones Unidas, el Título 42 -reglamento que entró en vigor en 2020, durante la administración del expresidente Donald Trump, para reducir la propagación del Covid-19 y que fue utilizado por Washington para deportar a los inmigrantes indocumentados- ya “ha sido utilizado 2,5 millones de veces en la frontera sur para justificar deportaciones”.
El número de migrantes que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México aumentó drásticamente durante los dos primeros años de Biden en el cargo.
Hubo más de 2,38 millones de transacciones en el año fiscal que finalizó el 30 de septiembre de 2022, rompiendo la barrera de los dos millones por primera vez.
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