Rusia no reanudará por completo el suministro de gas a Europa hasta que Occidente levante las sanciones a Moscú, ha dicho el Kremlin, ya que las preocupaciones sobre el suministro de gas ruso continúan elevando los precios de la energía.
Hablando el lunes, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, culpó a las sanciones «introducidas por los países occidentales, incluidos Alemania y el Reino Unido» por cortar el suministro de gas a Rusia a través del gasoducto Nord Stream 1.
«No hay otras razones para los problemas de suministro», dijo Peskov citado por la agencia de noticias Interfax.
Peskov agregó que la reanudación total del suministro de gas ruso a través de Nord Stream 1 depende «sin duda» del levantamiento de las sanciones occidentales contra Moscú. “Fueron estas sanciones impuestas por los estados occidentales las que llevaron la situación a lo que estamos viendo ahora”.
Las declaraciones de Peskov el lunes son la indicación más clara de que Rusia tiene la intención de obligar a la UE a levantar las sanciones impuestas a Moscú gracias a la invasión de Ucrania, a cambio de entregas de gas durante el otoño y el invierno venidero.
El principal proveedor de energía de Rusia, Gazprom, anunció el viernes por la noche que la suspensión del suministro de gas al oeste a través del gasoducto Nord Stream 1 se extendería indefinidamente, citando un «mal funcionamiento» en una turbina a lo largo del gasoducto.
Gazprom también culpó a las sanciones occidentales por interrumpir las entregas de gas, diciendo que el fabricante Siemens no pudo reparar las turbinas utilizadas en Nord Stream 1 debido a las sanciones contra la compañía energética estatal rusa.
La UE rechazó las afirmaciones de Gazprom y acusó a Putin de controlar las exportaciones de gas.
Nord Stream 1 es el gasoducto más grande que conecta Rusia con Europa y tiene capacidad para suministrar 55 mil millones de metros cúbicos de gas por año. El suministro continuo a través del gasoducto se considera crucial para evitar un empeoramiento de la crisis energética.
La crisis energética en Europa, desencadenada por la caída de los flujos de gas rusos, se considera una prueba importante del apoyo del bloque de los 27 a Ucrania.
Después de no lograr la mayoría de sus objetivos militares en Ucrania, los analistas dicen que el Kremlin espera que los precios récord de la energía combinados con la posible escasez de alimentos este invierno lleven a Europa a obligar a Ucrania a una tregua en los términos de Moscú.
Los funcionarios rusos están ansiosos por resaltar la creciente ira de la UE por el aumento de los precios, y Peskov dijo el lunes que estaba claro que la vida estaba empeorando «para las personas, los empresarios y las empresas en Europa».
“Por supuesto, los ciudadanos comunes de estos países tendrán más y más preguntas que hacerles a sus líderes”, dijo.
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