Los microplásticos están tan extendidos que cada vez resulta más difícil localizarlos. Incluso dentro de tu propia casa. Algunos artículos domésticos cotidianos pueden transferir microplásticos a los alimentos.
Estas pequeñas partículas provienen de la descomposición de plásticos más grandes y están relacionadas con ataques cardíacos, problemas de fertilidad y cáncer. Investigaciones recientes muestran que este «flagelo» puede incluso reducir el recuento de espermatozoides.
Según un estudio canadiense de 2019, los humanos consumimos hasta 52.000 partículas de microplástico al año.
Un estudio realizado por la Universidad de Nuevo México, Estados Unidos de América, ha despertado el interés mundial en este tema, y muchas personas buscan información sobre cómo ingresan los microplásticos al cuerpo y cómo se puede reducir o incluso eliminar su problema.
Aunque estas partículas están omnipresentes en el medio ambiente, existen muchas fuentes que contribuyen a su presencia y alternativas para ayudar a evitarlas, empezando por la cocina.
Estos son los cinco productos principales que se deben evitar para reducir la exposición a los microplásticos:
– Las tablas de cortar de plástico pueden transferir microplásticos a los alimentos.
Según un estudio de la Sociedad Química Estadounidense (ACS), por sí solas las tablas de cortar pueden exponer a los seres humanos a hasta 79,4 millones de microplásticos de polipropileno (un tipo de polímero plástico) al año.
Esto significa que el uso de una tabla de cortar de plástico puede aumentar la transferencia de microplásticos a los alimentos. Por otro lado, las tablas de cortar de vidrio templado son una alternativa económica, fácil de limpiar y normalmente libre de microplásticos. Algunas marcas también ofrecen tablas de cortar sin plástico fabricadas con fibras de papel sostenibles.
– Los recipientes de alimentos aptos para microondas pueden liberar microplásticos cuando se calientan
Los productos de plástico etiquetados como «aptos para microondas» aún pueden liberar cantidades significativas de microplásticos en los alimentos cuando se calientan. Un estudio realizado en 2023 por investigadores de la Universidad de Nebraska-Lincoln encontró hasta cuatro millones de microplásticos por centímetro cuadrado en algunos alimentos para bebés envasados en plástico y (supuestamente) «aptos para microondas».
Microscópicamente, se descubrió que estas partículas matan hasta el 75% de las células renales en cultivo, lo que genera preocupación sobre sus posibles impactos en la salud humana. Un documento de la Academia Estadounidense de Pediatría también sugiere evitar el consumo de productos que contengan ftalatos, estireno y bisfenoles, que son tipos de químicos asociados con diversos plásticos.
– Cómo mantener los microplásticos fuera de los cubitos de hielo
Al igual que los microplásticos se encuentran en el agua embotellada, las cubiteras (vasos) de plástico para cubitos de hielo también pueden causar contaminación. Según un profesor asociado entrevistado por HealthCentral, la congelación del plástico puede provocar la liberación de microplásticos en el agua, similar al proceso que se observa con los plásticos calentados.
En los últimos años, se ha popularizado una opción más duradera: las cubiteras de acero inoxidable. Estos no sólo mejoran la estética de las bebidas, sino que también se enfrían más rápidamente, lo que significa que se congelan más rápido. Asimismo, las bandejas de silicona se promocionan como una alternativa sostenible que muchos consideran más saludable y más fácil de crear hielo.
– Por qué los vasos de papel no son una opción sostenible
Aunque se supone que los vasos de papel son más respetuosos con el medio ambiente, sorprendentemente contribuyen a la contaminación plástica. Estos artículos requieren una capa selladora, generalmente hasta un 10 % de polietileno de alta densidad (HDPE), para evitar fugas de líquido. Su reciclaje es incluso problemático debido a la necesidad de separar la capa de HDPE del papel, lo que complica el proceso.
Pero eso no es todo. Según un estudio de 2021 publicado en el Journal of Hazardous Materials, el uso de este tipo de producto para bebidas calientes puede provocar la liberación de varias sustancias químicas, como fluoruro, cloruro, sulfato y nitrato. Por lo tanto, elegir una botella reutilizable de acero inoxidable no sólo beneficia al medio ambiente sino que también reduce la exposición a los microplásticos.
– Las bolsitas de té pueden introducir microplásticos en tu bebida.
Sorprendentemente, muchas bolsitas de té están hechas de plástico de polipropileno no sostenible e incluso las bolsas de papel pueden contener restos de plástico en el sello. Esto significa que a menudo no son biodegradables y contribuyen a la contaminación por microplásticos. En 2023, una investigación publicada por la Universidad Dow de Ciencias de la Salud planteó preocupaciones sobre cómo el agua caliente utilizada para preparar té podría liberar millones de microplásticos de estas bolsitas, y reveló que solo una taza de té podría contener hasta 3,1 mil millones de nanoplásticos.
Las bolsitas de té pueden contener otras sustancias nocivas, incluidos compuestos de flúor, arsénico, sales de radio, aluminio, cobre, plomo, mercurio, cadmio, bario y nitratos. Por otro lado, el té de hojas sueltas está ganando popularidad y existen muchas alternativas sostenibles para preparar té, como usar una tetera de hierro fundido o un colador de metal. La Plastic Pollution Coalition recomienda usar bolsitas de té de algodón o colar el té con un paño orgánico.
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