El asistente más cercano de Benedicto XVI publicó un libro el jueves que revela las tensiones entre el Papa emérito, quien murió hace menos de dos semanas, y su sucesor, el Papa Francisco.
El libro, titulado «Nient’altro che la verità. La mia vita al fianco di Benedetto XVI» («Nada más que la verdad. Mi vida con Benedicto XVI»), de Georg Gänswein, relata la ascensión de José al trono de San Pedro Ratzinger , su pontificado (2005-2013) sacudido por escándalos y su retiro en un monasterio, tras su sorpresiva dimisión.
El Vaticano no ha respondido oficialmente a las críticas de Gänswein al Papa argentino -reportadas en la prensa-, pero el prelado alemán de 66 años ha sido convocado a una audiencia a puerta cerrada con Francisco.
Gänswein dijo que Francisco «rompió el corazón» de su predecesor al revertir su decisión sobre el uso del latín en las misas.
Benedicto XVI, quien murió el 31 de diciembre a la edad de 95 años, fue visto como un símbolo del ala más conservadora de la Iglesia Católica, que ve a Francisco como una figura muy progresista.
«Lejos del mundo»
Gänswein había sido secretario privado de Ratzinger desde 2003, incluso antes de su elección como Papa, y como tal fue un testigo privilegiado de lo que sucedió tras bambalinas de su pontificado.
Durante el funeral del Papa emérito, fue él quien recibió a los visitantes en la capilla funeraria ubicada en la Basílica de San Pedro. Y en la última despedida, presidida por François, besó el féretro de su mentor ante miles de fieles.
El prelado no escatima en cuestionar al actual jefe de la Iglesia, que es su superior directo, expresando la perplejidad que siente Benedicto XVI ante determinadas decisiones de su sucesor.
Tras su dimisión en 2013, la primera de un pontífice desde la Edad Media, Benedicto XVI prometió vivir «lejos del mundo», pero intervino en varias ocasiones en expedientes explosivos, como cuando se pronunció a favor de mantener el celibato de los sacerdotes en 2020.
Gänswein afirma que tras este episodio, el papa Francisco lo despojó de sus funciones ejecutivas como prefecto de la Casa Pontificia de la Santa Sede, aunque mantuvo el cargo.
Francisco le dijo, según Gänswein: “Desde hoy quédate en casa. Acompaña a Bento que te necesita y actúa como escudo”.
Cuando le contó a Benedicto XVI lo sucedido, respondió: “Aparentemente el Papa Francisco ya no confía en mí y te ha hecho mi guardián.
Su estrecha relación con Benedicto XVI despertó envidias, dice en sus memorias. Sin embargo, sus lazos con Francis siempre han sido fríos, y es poco probable que la publicación del controvertido libro los mejore.
Según observadores vaticanos, el pontífice argentino podría nombrar embajador a Gänswein, para alejarlo de la Santa Sede y sus intrigas.
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