Azúcar de historia, arte y medicina

19 de septiembre de 2020 a las 12:20 am Por la Dra. Isis Betancourt *

La Habana, 19 de septiembre (Prensa Latina) La dulce historia del azúcar comienza en la antigüedad. Manuscritos chinos del siglo VIII a.C. atestiguan que el uso de la caña de azúcar se originó en la India, en una planta originaria del suroeste de Asia y, también, en Nueva Guinea, una especie autóctona. de los trópicos.

Luego, la miel se usó más hasta que se descubrieron métodos para convertir el jugo de caña en cristales granulados, lo que sucedió alrededor del siglo V (a. C.).

La palabra azúcar proviene del sánscrito sharkara que los persas transformaron en sakar. Los griegos lo llamarían sakjar; El árabe clásico lo llamó sukkar, y más tarde el árabe español lo llamó assúkar.

Alejandro el Grande y sus soldados macedonios fueron llevados a su tierra natal, «la caña de miel». Los cruzados, por su parte, transportaron la “sal dulce” a Europa después de las campañas en Tierra Santa.

En agosto de 1492, Cristóbal Colón desembarcó en Canarias para procurarse vino y agua; Allí mantuvo una relación sentimental con Beatriz de Bobadilla. Ella le regaló caña de azúcar como muestra de amor que, al llegar a América, motivará la primera zafra que se realizó en la isla de La Española en 1501. En la década de 1520 se construyeron muchas fábricas de azúcar. en Cuba y Jamaica.

El arte y la historia nos permiten recordar que la producción de azúcar, como lo demuestran varias obras de arte, fue el resultado de la sangre, el sudor amargo del esclavo y las lágrimas de la opresión. El historiador británico Noel Deer asegura que se comerciaron 20 millones de africanos y que dos tercios de ellos pagaron con este grano.

Una localidad del sur de la República Oriental del Uruguay lleva el nombre de Pan de Azúcar; así como una montaña en Río de Janeiro, Brasil, y en el Parque Nacional Chileno.

Sugar Ray Robinson, en el boxeo profesional estadounidense, y la cantante cubana Celia Cruz con su frase «azúcar», reflejan su presencia en el deporte y el arte. Con recetas culinarias: tartas, postres, caramelos, helados, mermeladas…, que junto al chocolate hay que degustar.

Ya sea obtenido de la caña de azúcar o de la remolacha, este producto, que pertenece a los carbohidratos simples, es considerado una de las principales fuentes de energía para el cuerpo humano y muy necesario en sus funciones. Sin embargo, el problema radica en la proporción en el consumo y los tipos de azúcares utilizados. Entre los que existen, el denominado marrón o marrón es el menos procesado y el más beneficioso. Entre las ventajas que ofrece se encuentran: proporcionar la energía necesaria, una sensación de bienestar; Pero si come en exceso, la menor de todas las dolencias será la caries, ya que también está relacionada con el sobrepeso, la obesidad y promueve un aumento de los triglicéridos.

Además, el uso inadecuado está relacionado con intolerancia a la glucosa, diabetes mellitus, arteriosclerosis, aterosclerosis y cáncer de páncreas. Ahora se reconoce que algunas personas son adictas a los alimentos azucarados.

Démosle al azúcar la proporción adecuada en nuestras vidas y respetemos su paso por la historia y las artes.

* Maestría. Profesor asistente de medicina interna, líder de grupo

Investigación en historia, arte y medicina (Histartmed)

(Tomado de avances médicos en Cuba)

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