A mucha gente le apasiona la numismática y, con la debida atención, se ha convertido en una buena forma de inversión: la gente paga cada vez más por algunas de las monedas más valiosas y raras de muchas colecciones. Tanto es así que merece la pena prestar atención a las piezas antiguas –y algunas no tan antiguas…- que puedas tener en la cartera o guardadas en casa.
Los elevados valores subastados, como indica el diario 'El Español', no se refieren sólo a monedas de otras épocas: hay una moneda de un céntimo del año 2002, es decir con una antigüedad de poco más de dos décadas, que se ha convertido en la “joya” de cualquier colección, porque puede valer decenas de miles de euros.
El «Santo Grial» de cualquier coleccionista destaca no sólo por su bajo valor nominal, sino también por su particular diseño y rareza, lo que ha despertado interés: la moneda en cuestión es la moneda de 1 céntimo de valor real diseñada por Rolf Lederbogen, alemán. Arquitecto de Baja Sajonia fallecido en 2012.
El reverso de esta moneda presenta un roble, un símbolo importante de la historia y la cultura alemana. El roble representa el estado protector de sus ciudadanos, mientras que el tronco simboliza fuerza y estabilidad.
Lo que la hace excepcional es el hecho de que está hecha de un tipo de acero diferente al de otras monedas fabricadas en la misma época, característica que le da un color distintivo.
Lo cierto es que este objeto en particular, debido a que existen muy pocos ejemplares en el mundo, ya ha alcanzado hasta los 50.000 euros en algunas de las subastas más prestigiosas.
A pesar de su extraordinario valor, siempre se recomienda consultar a especialistas en numismática, quienes podrán realizar una evaluación precisa de su colección.
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