Un auto gris partió después del mediodía hora local desde una funeraria en la ciudad de Tijuana hacia el cruce fronterizo de Otay con los restos de los hermanos Jake y Callum Robinson, según periodistas en el lugar que visitaron brevemente con el conductor.
El cuerpo del estadounidense Jack Carter, asesinado junto a los australianos, se encuentra bajo resguardo de otra funeraria en Tijuana.
El trámite oficial para pasar el puesto de control con los cuerpos puede demorar hasta tres horas, por lo que no estaba claro a qué hora llegarían a San Diego, donde se encuentran Debra y Martin Robinson, padres de las víctimas.
Jake y Callum Robinson desaparecieron el pasado 27 de abril mientras acampaban en una zona remota de Santo Tomás, un balneario del Pacífico en el municipio de Ensenada (en el estado de Baja California), de donde habían llegado desde Estados Unidos para practicar surf.
Sus cuerpos y el del estadounidense fueron encontrados el pasado viernes con balazos en la cabeza en un pozo profundo en la misma zona, según la fiscalía, que atribuye el crimen a un hombre que robó la camioneta de los surfistas.
Durante una audiencia el miércoles, el fiscal del caso acusó al sospechoso, identificado como Jesús Gerardo “N”, de desaparición de personas y anunció que luego presentaría cargos por homicidio.
Los fiscales también dijeron que están reuniendo pruebas para acusar a otras dos personas presuntamente involucradas que actualmente se encuentran en prisión por posesión de metanfetamina.
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