LA El propietario de un gimnasio en Loughborough, Reino Unido, se vio obligado a cerrar el espacio después de una queja de los vecinos, que creían que el hombre estaba enseñando.
Nick Wardle recibió una denuncia que lo acusaba de no cumplir con las reglas de contención.
Después de todo, el maestro de 34 años solo estaba tomando sus lecciones a través de Zoom, lo que significa que era el único físicamente presente en el espacio.
Cuando el oficial llegó al lugar, solo encontró a Nick, una computadora y una habitación vacía. Una situación insólita que dejó al dueño del espacio entre risas.
«Debo haberme reído, pero estaba absolutamente cabreado», admite el hombre.
Nick compartió su disgusto en un video, dirigiéndose a los lugareños para explicar lo que estaba sucediendo dentro del espacio y señalando que nunca había roto las reglas.
Pese a ello, luego de presentar una denuncia, se le prohíbe a un hombre abrir el espacio donde continuó ejerciendo su profesión, que es su medio de subsistencia.
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