El ánimo en el sector de la construcción argentino se ha vuelto menos optimista incluso entre las empresas centradas en proyectos privados, que deberían beneficiarse del estímulo proempresarial del presidente Javier Milei.
Milei fue elegida el 12 de noviembre y asumió el cargo el 10 de diciembre.
En noviembre, el 43,7% de las empresas enfocadas en proyectos privados estimaron que su actividad disminuiría en los próximos tres meses, frente al 31,1% de octubre, según el instituto de estadísticas Indec.
Mientras, el 53,4% de estas empresas estimó que su actividad se mantendría igual, frente al 62,3% anterior, mientras que el 2,9% esperaba que la actividad aumentara, frente al 6,6% de octubre.
Las expectativas eran peores entre las empresas enfocadas en obras públicas, ya que Milei prometió reducir al mínimo la inversión en infraestructura pública.
En octubre, el 54,5% de las empresas dedicadas a la obra pública estimaban que la actividad disminuiría en los próximos tres meses, pero la cifra saltó al 77,9% un mes después. Un 39,1% cree que la actividad se mantendrá igual, frente al 19,3% de noviembre.
Las empresas que esperaban una caída de la actividad culparon a la desaceleración de la economía, la inestabilidad de los precios y la morosidad en los pagos.
La actividad del sector de la construcción disminuyó un 2,2% intermensual en noviembre, continuando una tendencia iniciada en 2022.
El sector ha luchado contra una inflación de tres dígitos y una profunda crisis económica.
También surgieron dudas sobre los planes de Milei de privatizar agencias gubernamentales responsables de las licitaciones de obras públicas, como la sanitaria de Buenos Aires AYSA y Trenes Argentinos.
Estas agencias son responsables de ejecutar proyectos, que muchas veces son financiados por entidades multilaterales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) o instituciones locales como Fonplata.
“Gran parte del financiamiento de organismos internacionales para obras que serían realizadas por empresas privadas tiene garantías del Estado”, dijo a BNamericas Andrés Asiain, director del think tank socioeconómico CESO.
Las privatizaciones dependen de un proyecto de ley general, que el Congreso comenzó a analizar a principios de esta semana. Pero la aprobación es incierta, ya que la coalición de gobierno no tiene mayorías en ambas cámaras.
PROBLEMAS PROVINCIALES
En las provincias, las malas expectativas se están convirtiendo en realidad a medida que las administraciones locales dependen de la financiación del gobierno federal para infraestructura.
Los funcionarios de La Pampa afirmaron que el gobierno argentino no les informó sobre las obras en curso. Además, afirma que los primeros proyectos se verán interrumpidos dentro de un mes por falta de recursos, informó el diario La Arena.
La provincia también está considerando posponer las próximas licitaciones de infraestructura.
“Los proveedores no envían cotizaciones. Las empresas no pueden hacer propuestas concretas porque no tienen precios para muchos materiales”, dijeron las autoridades a La Arena.
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