Según los informes, el secretario de Defensa de los EE. UU., Lloyd Austin, ocultó al propio presidente de los EE. UU. que había estado hospitalizado desde principios de año debido a una complicación quirúrgica. Joe Biden no fue informado hasta el jueves, un día antes de que el Pentágono hiciera pública la situación y afirmara que, aunque seguía hospitalizado, Austin había vuelto a sus funciones. El presidente, que habló el sábado por la tarde con el secretario de Defensa, mantiene su confianza en el exgeneral.
El secretismo que rodea la salud de la segunda persona en la cadena de mando militar estadounidense (el primero es el propio presidente) ha generado críticas. Los soldados estadounidenses han sido atacados por milicias respaldadas por Irán, que han lanzado drones y cohetes contra bases estadounidenses en Irak y Siria, lo que ya ha llevado a la administración Biden a responder con operaciones militares. Es más, el país desempeñó un papel crucial en materia de seguridad nacional en las guerras de Ucrania e Israel.
“Reconozco que podría haber hecho un mejor trabajo para garantizar que el público estuviera adecuadamente informado. Estoy comprometido a hacerlo mejor”dijo el secretario de Defensa en un comunicado publicado el sábado por la noche, admitiendo preocupaciones sobre la transparencia del asunto. “Pero es importante decir esto: este fue mi procedimiento médico y asumo toda la responsabilidad por mis decisiones con respecto a su divulgación”.añadió en el mismo texto.
Austin, de 70 años, ingresó en el Centro Médico del Ejército Walter Reed el lunes pasado y permanece hospitalizado tras complicaciones resultantes de una cirugía menor electiva. Incluso pasó por la unidad de cuidados intensivos. No se dieron más detalles sobre los motivos de la operación, citando preocupaciones de privacidad, y Austin dijo que estaba mejorando y que esperaba regresar al Pentágono. Sin embargo, no hay ninguna predicción sobre cuándo será liberado. Aunque todavía está hospitalizado, regresó a sus funciones el viernes por la noche.
La número dos del Departamento de Defensa, Kathleen Hicks, había asumido este papel en calidad de interina (como ya había ocurrido cuando Austin estaba de vacaciones y sin comunicaciones), siendo responsable de los 1,4 millones de militares en activo del país. Y ello, aunque ella misma se encontraba de vacaciones en Puerto Rico, confirmó el Pentágono.
El problema es que no es sólo el público en general el que no ha sido informado sobre la situación médica de Austin. Biden no se enteró hasta el jueves, después de que muchos funcionarios del Pentágono habían sido informados; hasta entonces, pensaban que Austin estaría de vacaciones. Otros en el Pentágono no se enteraron hasta el viernes, el mismo día en que se informó a los miembros del Congreso y a los senadores.
“El Secretario de Defensa es el eslabón clave en la cadena de mando entre el presidente y los militares., incluida la cadena de mando nuclear, cuando la decisión más importante debe tomarse en minutos”, afirmó en un comunicado el senador republicano Tom Cotton, defendiendo las consecuencias de esta situación. El senador, un ex soldado que luchó en las guerras de Irak y Afganistán, forma parte del Comité de Servicios Armados. Sin embargo, no es cierto que el Secretario de Defensa tenga poder sobre la cuestión nuclear, actuando únicamente como asesor del Presidente, quien es el único responsable en esta situación.
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