La diversidad de género en la ciencia no es sólo una cuestión de justicia social, sino también de calidad e innovación. Los equipos diversos tienden a ser más creativos y productivos.
Las mujeres en la ciencia son una realidad creciente; sin embargo, hay noticias buenas, pero también desafiantes. La buena noticia es que Portugal se ha destacado en el contexto europeo por aumentar la participación femenina en la ciencia y la tecnología. La proporción de mujeres con educación superior ha crecido constantemente y el país tiene actualmente una de las tasas más altas de mujeres que completan maestrías y doctorados en Europa. En 2022, el 54% de los profesionales de estas áreas en Portugal eran mujeres, un porcentaje superior a la media europea del 52%.
Portugal ocupa así el quinto lugar en la Unión Europea en cuanto a porcentaje de mujeres que asisten a cursos de educación superior en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), superando a países como Alemania y España. Este avance es crucial, ya que STEM es fundamental para el desarrollo tecnológico y económico, y la inclusión de las mujeres en este sector es vital para la innovación y el progreso.
Ahora viene la noticia desafiante… La representación femenina en los puestos más calificados, como científicos e ingenieros, sigue siendo menor que la de los hombres. Aunque las mujeres están ganando terreno en estas áreas, persiste la brecha de género en roles de liderazgo y posiciones destacadas.
La subrepresentación femenina es particularmente visible en puestos de liderazgo y toma de decisiones académicas y científicas. Aunque hay un aumento en el número de decanas y directoras de centros de investigación, el porcentaje general de mujeres en puestos de liderazgo sigue siendo bajo. Esta situación pone de relieve la necesidad continua de políticas y programas que fomenten la progresión profesional de las mujeres en la ciencia.
En el panorama europeo la situación es similar. El porcentaje de mujeres en puestos de liderazgo científico en Europa todavía está por debajo de lo deseable. En 2021, la media europea de mujeres en puestos científicos de alto nivel era solo del 26%, según datos de la Comisión Europea. Esta cifra muestra la necesidad de seguir esforzándose para garantizar que las mujeres tengan las mismas oportunidades de progresión en la carrera científica que los hombres.
La diversidad de género en la ciencia no es sólo una cuestión de justicia social, sino también de calidad e innovación. Los equipos diversos tienden a ser más creativos y productivos. La inclusión de diferentes perspectivas enriquece la investigación y contribuye a soluciones más integrales y efectivas.
Además, la presencia de las mujeres en la ciencia es inspiradora para las generaciones futuras. Su visibilidad es esencial para romper con los estereotipos de género y alentar a más mujeres a ingresar y permanecer en los campos científicos.
El camino pasa por seguir impulsando políticas de igualdad de género. Programas de tutoría, becas, financiación específica y campañas de sensibilización son algunas de las medidas que pueden ayudar a reducir las disparidades de género. Las instituciones académicas y científicas pueden contribuir a este equilibrio, por ejemplo, implementando prácticas de contratación y promoción que sean verdaderamente inclusivas. Crear entornos laborales que favorezcan el equilibrio entre la vida personal y laboral también es fundamental para garantizar que las mujeres puedan progresar en sus carreras científicas.
También corresponde al sector privado complementar los esfuerzos públicos para promover la igualdad de género. Esto es lo que hizo L’Oréal Portugal cuando hace precisamente 20 años lanzó las Medallas de Honor L’Oréal Portugal para Mujeres en la Ciencia. Desde su creación, ha distinguido a 69 jóvenes científicos en Portugal. Un reconocimiento que resultó crucial para impulsar sus carreras, proporcionándoles no sólo visibilidad, sino también los recursos necesarios para desarrollar sus proyectos de investigación. Muchos de estos científicos se han consolidado como líderes en sus respectivos campos, creando laboratorios y asesorando a nuevas generaciones de investigadores.
En definitiva, el progreso de las mujeres en la ciencia en Portugal y Europa es evidente, pero aún queda mucho camino por recorrer. La promoción de la igualdad de género en los ámbitos científico y tecnológico debe seguir siendo una prioridad, no sólo por el bien de la justicia, sino también para garantizar un futuro más innovador e inclusivo. Por más décadas de avances y logros, inspirados y liderados por mujeres científicas.
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