Neurocientífico explica la ciencia detrás de las canciones de chicle

Neurocientífico explica la ciencia detrás de las canciones de chicle

¿Conoces el síndrome del Canto de Presa? Este es el nombre formal que reciben las canciones que se quedan en la cabeza de forma involuntaria e inconsciente, también conocidas como “canciones de chicle”.

Lea mas:

¿Locura o amor? Los fanáticos acampan durante más de un mes para el concierto de Harry Styles

MC Carol dice que no autorizó el uso de su voz en el hit Tubarão Te Amo: “No recibí una real”

Una de las características esenciales de las canciones pegadizas, además de la melodía genérica, es la velocidad estratégica y la repetición, que las hace fáciles de recordar. Además de las canciones que se reproducen varias veces en estaciones de radio y canales de medios durante todo el día.

El neurocientífico Fabiano de Abreu habla de la posibilidad de que el cerebro humano registre cierta información y la asocie con ciertos recuerdos. “Algunos científicos creen que el cerebro humano se ha vuelto muy propenso a registrar información hablada o cantada y a asociar algunas palabras con sentimientos y emociones que luego activarán los recuerdos”, dice.

Un estudio realizado por el Departamento de Música de la Universidad de Durham, también evidenció los géneros musicales más susceptibles al evento, siendo estos el pop y el rap.

el medico Kelly Jakubowski, responsable del estudio, también habla de cómo la música afecta al cerebro. “El estudio mostró a los científicos que análisis de este tipo ayudan a comprender cómo funcionan las redes cerebrales que intervienen en la percepción, la memoria, las emociones y el libre pensamiento”, dice.

Asimismo, se ha comprobado que las personas ansiosas, estresadas y con Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) son más propensas al evento, ya que el cerebro estresado o debilitado capta ideas repetitivas. Así como las personas con formación musical pueden ser más susceptibles al Síndrome de la Canción Atascada.

READ  Los gatos se sienten atraídos instintivamente por las cajas. Es la ciencia la que lo dice

La Universidad de Dartmouth llevó a cabo un experimento social en el que varios voluntarios escuchaban una canción sin saber su avance. Los investigadores notaron que en el momento en que el oyente reconocía la canción, la corteza auditiva continuaba trabajando, recordando la melodía. Por otro lado, cuando el oyente no conocía la música, la mente del sujeto estaba en blanco. Para ocupar ese espacio, el cerebro comenzó a repetir lo que acababa de escuchar.

Sin embargo, el mecanismo exacto que provoca este fenómeno en el cerebro aún no se ha descubierto por completo, pero puede pasar mucho por nuestra evolución como humanos. Incluso antes de escribir teníamos que transmitir información y las canciones eran uno de esos instrumentos para transmitir la historia y el conocimiento.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *