Según el diario Corriere della Sera, Meloni, líder del partido de extrema derecha Hermanos de Italia (FdI) y gran ganador de las elecciones en las que formó coalición con la FI y la Liga de Matteo Salvini, habló dos veces la semana pasada con Pier Silvio Berlusconi, director ejecutivo del grupo audiovisual Mediaset.
«Los hijos mayores del ex primer ministro presionaron a su padre para que terminara el conflicto con su aliado y llegara a un acuerdo», escribe el diario, y agrega que en los últimos días Meloni había apelado directamente a la familia de Berlusconi, explicando que había una voluntad total para resolver el conflicto, detrás de la cual no había razones personales.
Las tensiones derivan del papel secundario que juega Berlusconi en la formación de Gobierno, ya que quería que su ayudante Licia Ronzulli fuera ministra de Sanidad, a lo que Meloni se negó tras obtener el 26% de los votos en las elecciones, frente al 9% de sus socios menos.
El mensaje que transmitió Meloni al hijo de Berlusconi y Berlusconi a su padre fue que tenían que llegar a un acuerdo «por razones políticas y comerciales», según el rotativo.
El desacuerdo se profundizó cuando se dieron a conocer las notas de Berlusconi durante la sesión inaugural del Senado, que decía: «Giorgia Meloni: conducta terca, arrogante y ofensiva», comentario al que el futuro jefe de Gobierno respondió visiblemente molesto: sólo un punto: que yo no acepte la extorsión.
La hija mayor de Berlusconi, Marina, también se unió a la discusión y dijo que estaba «furiosa» de ver a su padre transformado «en una sombra de sí mismo y de su historia».
Se espera que el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, inicie la ronda de consultas para formar gobierno en los próximos días, probablemente el próximo jueves.
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