Tras más de una década de experiencia como asistente de Jesualdo Ferreira y Nuno Espírito Santo, Rui Pedro Silva ha decidido emprender una carrera como entrenador en jefe. En 10 meses de servicio repartidos en dos temporadas, hace un balance positivo de su paso por la Liga, sintiéndose aún más preparado para nuevos retos.
Aquí hay un pequeño extracto:
– ¿Le sorprendió la salida de Famalicão?
– Sí, me sorprendió, porque claramente sentía que los jugadores estaban conmigo y porque estaba convencido de que juntos encontraríamos el camino del éxito. Había armonía en el grupo. Sin embargo, también sé que viví un momento de dificultad para obtener puntos y con tal o cual partido menos exitoso, lo que provocó algunas disputas y el consiguiente desgaste. Creo que eso influyó en la decisión. Nos encontramos con una presión acumulada que no sería beneficiosa para la confianza del equipo.
– ¿Crees que has crecido como entrenador?
– Noté el crecimiento en dos partes bien diferenciadas. En la primera temporada, la necesidad de ganar me obligó a crecer y evolucionar muy rápido. Diría que fue un retroceso a mi primera experiencia como entrenador en jefe. En la segunda temporada, enfrenté diferentes situaciones, algunas para considerar en el futuro. Tuve que adaptarme a diferentes situaciones que se presentaban casi todos los días. Fue una experiencia muy enriquecedora y agradezco a Famalicão por haber tenido esta oportunidad. Hoy me siento un entrenador más preparado.
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