Mensaje al FMI

Esta semana, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, envió un comunicado al Fondo Monetario Internacional con motivo de la reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial, que tuvo lugar este viernes en Estados Unidos. En el comunicado, Haddad aborda temas de la economía global y también destaca los compromisos de política económica de Brasil, particularmente en términos de política fiscal y monetaria.

La declaración fue hecha en nombre del grupo de países al que pertenece Brasil, dentro del Comité Monetario y Financiero Internacional. Este grupo incluye República Dominicana, Ecuador, Guyana, Haití, Nicaragua, Panamá, Surinam, Cabo Verde, Timor-Leste y Trinidad y Tobago. De forma aislada, Brasil no necesita reportar al FMI, ya que nuestro país no tiene compromisos vigentes con la institución, pero este tipo de declaración es parte de una colaboración internacional.

“El objetivo general es incluir a los pobres en el presupuesto y a los ricos en el sistema tributario”

Fernando Haddad, Ministro de Hacienda

El Fondo Monetario Internacional es un organismo relevante en el escenario económico mundial y juega un papel importante en la provisión de puntos de referencia y establecimiento de buenas prácticas para la conducción de políticas macroeconómicas y financieras. Este es un papel similar al que desempeña la OCDE en el desarrollo, pero en el caso del FMI, el enfoque está en el desempeño económico.

En el mensaje, Brasil reconoce el papel del FMI como referencia en la conducción de políticas macroeconómicas, brindando asesoramiento y funcionando también como fuente de asistencia financiera de último recurso para países en crisis de insolvencia. Estas contribuciones son importantes para la buena salud económica mundial, especialmente en tiempos de mayor incertidumbre como el que estamos experimentando actualmente.

En el texto, Brasil reconoce que el proceso global de lucha contra la inflación tardará algunos años antes de lograr la estabilidad de precios, pero advierte que mantener tasas de interés altas durante mucho tiempo aumentará las vulnerabilidades en el sector financiero. Además, señala que el proceso de desinflación ya comenzó en el país y que se espera que la inflación brasileña alcance el nivel de 4% anual en 2024.

En el escenario internacional, el mensaje destaca que en varias economías la deuda pública y privada ha alcanzado niveles no vistos en las últimas décadas. Reconociendo que muchos países se encuentran en una situación de espacio fiscal limitado (como es el caso de Brasil), el texto firmado por Fernando Haddad establece que la política fiscal debe garantizar la sostenibilidad de la deuda y apoyar la política monetaria en la lucha contra la inflación.

En cuanto al nuevo marco fiscal de Brasil, el foco está puesto en el compromiso con la sostenibilidad fiscal. Esto es capaz de controlar la deuda pública, con un crecimiento del gasto limitado por debajo del crecimiento de los ingresos y con el establecimiento de metas de superávit primario. Las medidas reducirán el déficit presupuestario para ese año y deberían llevar a Brasil a terminar 2026 con un superávit primario del 1% del PIB.

También se pone énfasis en la reforma tributaria, considerada una prioridad para el gobierno brasileño. Esta reforma debería establecer un impuesto al valor agregado, en reemplazo de otros impuestos, además de simplificar los procesos y aumentar la transparencia y equidad del sistema tributario. Según Haddad, el objetivo no es aumentar la recaudación, sino mejorar la calidad de los impuestos en el país.

El texto también menciona las reformas estructurales necesarias para impulsar el desarrollo y la actividad económica del país, a través de un proceso de reindustrialización. El discurso en el FMI es excelente, enfatizando la importancia de la responsabilidad fiscal y las reformas para hacer crecer al país, mientras se lucha contra la inflación y las desigualdades sociales. Queda por ver cuál será la distancia entre discurso y práctica.