En lo que fue la cuarta ola de protestas en el país en menos de dos meses, las protestas, convocadas por centrales laborales, partidos de izquierda y movimientos sociales, se desarrollaron pacíficamente a lo largo de la jornada.
Las protestas más populares tuvieron lugar en São Paulo, la ciudad más poblada del país y también la más afectada por la pandemia, en Río de Janeiro, Recife, Belo Horizonte y Brasilia, donde los manifestantes se reunieron frente al Congreso, exigiendo una decisión. sobre la acusación del presidente.
La administración de Jair Bolsonaro es ampliamente cuestionada por sospechas de corrupción, especialmente en la compra de vacunas, aumentando las peticiones a favor de su destitución.
Jair Bolsonaro, quien ha adoptado actitudes de negación frente al covid-19, se enfrenta al desafío de la gestión de la pandemia, en un país con más de 548.000 muertes y 19,6 millones de contagios.
«Fuera de Bolsonaro», «Bolsonaro genocida» y «Una vacuna para todos» fueron algunas de las consignas de los carteles, según Efe.
Según la Folha de São Paulo, una gran mayoría de manifestantes usaba máscaras durante las protestas, pero hubo puntos de aglomeración.
En más de 400 ciudades de 20 estados brasileños, los manifestantes también exigieron la aceleración del proceso de vacunación y el aumento de las ayudas de emergencia para que los más desfavorecidos puedan enfrentar la crisis que acompañó a la pandemia y que ya dejó sin trabajo a 14,8 millones de personas.
El número de personas infectadas y muertas por el covid-19 en Brasil ha disminuido drásticamente durante el último mes, pero solo el 17% de la población ha completado el ciclo de vacunación.
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