Se esperan hasta 30 centímetros de nieve en partes del estado, en una tormenta de nieve que debería ayudar a apagar los incendios, pero también podría presentar nuevos desafíos «inminentes» para los viajes en algunas áreas, según el Servicio Meteorológico de Estados Unidos.
«Va a hacer mucho frío cuando entremos en el Año Nuevo esta noche», tuiteó la delegación del Servicio Meteorológico de Boulder, y agregó: «La nieve caerá sobre la mayor parte del área para la medianoche».
Al menos 33.000 personas en las ciudades de Superior y Louisville se vieron obligadas a buscar refugio el jueves cuando las llamas se extendieron por áreas resecas por una sequía histórica. Las autoridades estiman el número de casas destruidas por el fuego en alrededor de 600.
«Es una devastación total … Hemos visto casas explotar ante nuestros ojos», dijo el viernes a CNN el alcalde superior Clint Folsom.
Pero el inicio de un clima más fresco y, al menos temporalmente, los vientos más ligeros aliviaron el incendio más destructivo el viernes, lo que permitió a las autoridades locales levantar las órdenes de evacuación fuera del condado de Boulder.
Todavía había humo en muchas partes de Superior en la madrugada del viernes, después de que las ráfagas de viento reiniciaran los incendios en varios lugares dispersos, que a veces dejaban casas carbonizadas junto a casas intactas que todavía estaban decoradas con luces navideñas.
Al menos 650 acres quemados, gran parte en el suburbio del condado de Boulder, al noroeste de Denver.
Se cree que los incendios comenzaron cuando las líneas eléctricas fueron derribadas por ráfagas de viento. En algunos lugares se registraron vientos de más de 160 kilómetros por hora.
El incendio destruyó un hotel, un centro comercial y un complejo de apartamentos en Superior, donde todavía estaba vigente una orden de evacuación obligatoria el viernes por la mañana.
Los medios de comunicación de Colorado informaron que al menos seis personas habían sido hospitalizadas con heridas.
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