El mundo está en el inicio de un nuevo ciclo, de un nuevo sistema técnico-económico, basado en nuevas tecnologías biotecnológicas, nuevos materiales, nuevas energías. No confunda las nuevas tecnologías aquí con las viejas tecnologías de la comunicación que ya están en la etapa de maduración y envejecimiento, aunque aún no se han explorado completamente en economías como la portuguesa.
En el campo de la energía, el objetivo ya está claro hoy: la neutralidad de carbono. También está claro que no será posible conseguirlo solo con las denominadas energías renovables, es decir, la eólica y la solar.
Entonces, ¿cuáles son las alternativas para lograr la neutralidad de carbono? Aún no está claro. Hay varias posibilidades en desarrollo. El hidrógeno está sobre la mesa. También la energía nuclear de cuarta generación, pero también la tan esperada fusión nuclear. Otras posibilidades son el campo de la energía de las olas o la energía térmica de las profundidades de la tierra.
Sin estas alternativas, la neutralidad de carbono solo se puede lograr mediante una reducción considerable del nivel de vida de las poblaciones del mundo occidental, aquellas cuyo consumo se basa en bienes producidos a partir de energías contaminantes. Una reducción del consumo que causaría estragos en la economía mundial.
Por otro lado, las nuevas tecnologías energéticas implican una enorme destrucción de capital hoy destinado a la economía del carbono, resultante de la extracción de carbón, gas y petróleo, pero de industrias básicas como el hierro, el acero, el aluminio, etc., que consumen mucha energia. .
¿Qué países ganarán, qué países ya están mejor posicionados para convertirse en ganadores en este nuevo entorno energético? ¿Qué lugar quiere ocupar Portugal en este nuevo mundo?
El regreso de Estados Unidos al acuerdo de París sobre cambio climático marca el inicio de una carrera global.
Lamentablemente, no vemos una reflexión estructurada que movilice voluntad y recursos sobre este tema en Portugal, y mucho menos el diseño de una estrategia integrada en este ámbito. Navegar a la vista en esta zona sin duda está condenando al país aún más atrasado y periférico.
Economista MBA
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