Primero España, ahora Italia: la Serie A femenina se ha hecho profesional

2022 ha sido un año de victorias para el fútbol femenino. La consecución de la igualdad salarial por parte de la selección de Estados Unidos, la profesionalización de la liga española o los récords de audiencia de los partidos del Barcelona en el Camp Nou son tres de los mejores ejemplos. Pero hay uno aún más reciente. Directamente desde Italia, el campeonato femenino marcó un golazo al lograr convertirse en una liga profesional.

La decisión de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), que entra en vigor el 1 de julio, pensando en el inicio de la próxima temporada, pone fin a los años de salarios limitados por un tope salarial que existen en las divisiones consideradas amateur. Esta cantidad no podía superar los 30 mil euros por temporada. Los jugadores también ganan el derecho a contratos que incluyen contribuciones a la seguridad social, como seguro médico y pensiones.

«Es lo mínimo. Obviamente, hay jugadoras a las que se les paga más. Por supuesto, no estamos al mismo nivel que la selección femenina estadounidense, que recientemente ganó una lucha increíble por la igualdad salarial», dijo la jugadora de la Juventus Sara Gama a ‘The Guardián’. “Soy muy práctica y miro mis realidades: lo primero que necesito es tener las mismas condiciones de trabajo que los hombres, porque es un trabajo que hacemos”.

La jugadora cree que este cambio es muy importante para el fútbol femenino italiano. Aumentar la credibilidad en el extranjero no solo hará que la liga sea más atractiva para los inversores potenciales, sino también para los nuevos talentos que podrían ver en Italia una oportunidad profesional.

Aunque la liga femenina de la Serie A existe desde 1968, no fue hasta 2017 que se introdujo el requisito de que los clubes masculinos tuvieran un equipo femenino. Dos años después, Gama estuvo presente en otro momento que marcó la historia de esta liga. En marzo de 2019, la Juventus jugó por primera vez en el Allianz Stadium, de Turín, con 39.000 espectadores sentados en las gradas, donde hasta entonces solo se habían sentado para ver los partidos del equipo masculino. Este partido rompió el récord de asistencia para un partido de fútbol femenino en Italia, el anterior se había establecido en 14.000 aficionados.

«Hubo mucha emoción, porque era la primera vez que jugábamos en un estadio tan grande y frente a tanta gente. Éramos conscientes de que estábamos haciendo historia», recordó Gama.

La Fiorentina fue el equipo que enfrentó a la Juventus en ese partido, que terminó con una victoria de los locales por 1-0, pero también fue el club que anunció un equipo femenino incluso antes de que sea obligatorio para los clubes de la Serie A. «La Fiorentina fue la primera empresa en creer en este movimiento y por eso estamos muy contentos de que finalmente nos vean como profesionales”, dijo la jugadora del club, Daniela Sabatino, al mismo diario.

Sabatino cumplirá 37 años en junio y por tanto, según ella, no disfrutará durante mucho tiempo de los beneficios de un contrato profesional.

La jugadora aún recuerda los días en que las mujeres tenían que compaginar el trabajo remunerado con el fútbol para poder pagar las facturas, no tenían acceso a fisioterapeutas y jugaban en campos en condiciones totalmente inadecuadas. Con la profesionalización, ahora espera que sea posible inspirar a las nuevas generaciones, al mismo tiempo que espera que el fútbol femenino gane presencia en los medios italianos.