sábado, octubre 5, 2024
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Alto funcionario estadounidense que asistió a cumbre de la OTAN muestra síntomas del síndrome de La Habana

El síndrome de La Habana aún está bajo investigación, pero incluye una serie de problemas de salud que se remontan a 2016, cuando los empleados que trabajaban en la Embajada de Estados Unidos en La Habana informaron tensión repentina e inexplicable en la cabeza, dolor de cabeza o de oído y mareos.

Los problemas de salud de altos funcionarios estadounidenses o sus familias fueron destacados el domingo en un informe de «60 Minutos» de la CBS que sugirió que Rusia estaba detrás de los incidentes, uno de los cuales se produjo en la cumbre de 2023 en Vilnius.

«Puedo confirmar que un alto funcionario del Departamento de Estado experimentó síntomas similares a los reportados durante incidentes de salud anormales», dijo hoy a los periodistas la subsecretaria de prensa Sabrina Singh, sin comentar sobre el papel que se presume proviene de Rusia.

El alto funcionario, que no fue identificado, no formó parte de la delegación oficial del secretario de Defensa, Lloyd Austin, en Vilna, dijo Singh, pero estuvo allí «por separado, participando en reuniones que formaban parte de la cumbre de la 'OTAN'.

El subsecretario no especificó si el funcionario de defensa afectado debería buscar tratamiento médico adicional, jubilarse o cesar en sus funciones, alegando confidencialidad médica.

En febrero, la Oficina del Director de Inteligencia, en su evaluación de amenazas para 2024, concluyó que era poco probable que una entidad extranjera fuera responsable de estas misteriosas enfermedades, pero señaló que diferentes sectores «secretos» tenían diferentes niveles de confianza en esta conclusión. .

El Sistema de Salud del Pentágono ha creado un registro para que los empleados o sus dependientes reporten este tipo de incidentes.

Sin embargo, en marzo, un estudio de cinco años realizado por los Institutos Nacionales de Salud no encontró daño cerebral ni degeneración entre los diplomáticos estadounidenses y otros empleados estatales con síntomas del síndrome de La Habana.

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