A los 20 años, Amalia de Países Bajos comenzará a tener una agenda y asumir las obligaciones constitucionales que le incumben como primera en la línea de sucesión al trono de Países Bajos y, por tanto, futura reina.
A partir del 1 de enero de 2025, la princesa comenzará a utilizar la asignación anual de 1,5 millones de euros a la que tiene derecho desde que cumplió la mayoría de edad, pero que no ha utilizado hasta ahora y que devolvió al Gobierno.
Este monto se utilizará para cubrir los costos de su actividad institucional, incluida una secretaría y un fondo que le permita vivir y trabajar de forma independiente. Es la primera heredera de su generación en Europa que solicita esta cantidad, ya que las demás aún no tienen documentos oficiales y sólo se centran en su educación.
En una carta al Primer Ministro holandés, Mark Rutte, la Princesa de Orange afirmó que «con el tiempo y después de circunstancias sorprendentes [as ameaças que recebeu da máfia, que a obrigaram a recolher-se no palácio de Huis ten Bosch e depois em Madrid]ahora es previsible que tendré que tener en cuenta gastos de personal y materiales para poder desempeñar mis funciones de forma autónoma e independiente, incluida una secretaría y reservas para vivir y trabajar.
Desde que cumplió la mayoría de edad a finales de 2021, Amalia tenía derecho a esta ayuda, pero en una carta que envió al gobierno en ese momento anunció que devolvería la totalidad del monto, ya que todavía no tenía. agenda oficial y solo estaba estudiando.
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