El yate estaba siendo investigado por la policía italiana y el viernes por la noche el Ministerio de Economía italiano emitió el decreto ordenando su confiscación como parte de las sanciones contra los oligarcas rusos por parte de la Unión Europea.
Las sanciones de la Unión Europea contra los oligarcas rusos se deben a la invasión rusa de Ucrania y, pese a ordenar la confiscación del yate valorado en 650 millones de euros (ME), no se ha revelado el nombre de su propietario.
Según periodistas del equipo opositor ruso encarcelado, Alexei Navalni, el barco, de más de 140 metros de eslora y con bandera de las Islas Caimán, pertenece a Vladimir Putin, aunque formalmente lleva el nombre del oligarca Eduard Khudaynatov.
Eduard Khudaynatov es el expresidente de Rosneft y también propietario de la mansión Vila Altachiara en Portofino (noroeste), pero no figura en la lista de multimillonarios rusos sancionados.
El yate Sheherazade estaba en el astillero desde septiembre de 2021, para una serie de trabajos de mantenimiento valorados en unos seis millones de euros y, según medios italianos, inicialmente debería estar listo para navegar a mediados de junio.
Los colaboradores de Alexei Navalni señalaron que toda la tripulación del yate, excepto el capitán, tiene ciudadanía rusa.
El barco, que cuenta con piscina, gimnasio y dos helipuertos, incluido un hangar, se cree que es el único de más de 140 metros de largo en el mundo y cuyo propietario se desconoce.
Desde que se aprobaron las sanciones, Italia confiscó tres yates más a los oligarcas rusos, junto con innumerables activos inmobiliarios por valor de cientos de millones de euros.
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