Alrededor de 57.000 inmigrantes entraron irregularmente en España el año pasado, casi el doble que en 2022, y las llegadas a través de las Islas Canarias en endebles barcos procedentes de África Occidental alcanzaron niveles récord, según datos oficiales publicados el miércoles.
El gobierno español intensificó sus contactos el año pasado con autoridades de países como Senegal y Mauritania para intentar revertir la tendencia. España también iba a crear alojamiento de emergencia adicional para los inmigrantes en cuarteles militares, hoteles y albergues en todo el país.
Un total de 56.852 inmigrantes entraron ilegalmente en España por tierra o mar en 2023, un aumento del 82% respecto al año anterior y la cifra más alta desde 2018, cuando se registraron 64.298 llegadas, según datos del Ministerio del Interior.
Canarias recibió el mayor número de llegadas, 39.910, un crecimiento del 154% respecto al año anterior y superior al anterior récord del archipiélago en 2006 de 31.678 personas.
La ministra de Inmigración, Elma Saiz, viajó el martes al archipiélago para reunirse con funcionarios y transmitirles el mensaje de que, dijo, «no están solos» ante esta afluencia.
Las siete islas se encuentran a 100 kilómetros de la costa noroeste de África y se han convertido en el principal destino de inmigrantes procedentes de Senegal y otros países africanos que intentan llegar a España en busca de una vida mejor o huyendo de un conflicto.
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