Las dos primeras sesiones del año no fueron suficientes para que el alcalde de Río Preto, Pedro Roberto (Patriota), llegara a un acuerdo entre los grupos formados en el Legislativo. Por un lado, diez concejales -liderados por Paulo Pauléra (PP) – y, por otro, los concejales que ayudaron a elegir a la actual Junta Directiva, a excepción de Jean Charles (MDB) y Cabo Júlio Donizete (PSD).
La división en el pleno ya concierne a miembros del gobierno del alcalde Edinho Araújo (MDB). El secretario de Gobierno, Jair Moretti, afirmó este miércoles 3 que sin la composición de las Comisiones Permanentes, la administración no puede enviar proyectos de ley para que sean evaluados por el Legislativo, en este caso los miembros de la Comisión de Justicia.
De las 23 comisiones de la Cámara, solo seis fueron compuestas en las dos últimas sesiones: Justicia, Obras, Finanzas, Deportes, Protección al Consumidor y Medio Ambiente. Y los concejales que apoyaron a Pauléra en la elección del presidente del Legislativo no quieren dar espacio a los parlamentarios que ayudaron a elegir a Pedro al mando de la Cámara. «Como no estamos en la Junta Directiva, queremos participar en las comisiones», dijo Pauléra.
Uno de los principales ejemplos de este movimiento es la voluntad del concejal Bruno Marinho (Patriota) para presidir la comisión de Seguridad. El movimiento parlamentario fue clasificado como «intransigente» por sus colegas.
Pedro no ocultó su malestar por la situación. Durante la sesión, permitió un descanso de 10 minutos para que los concejales intentaran llegar a un entendimiento. El concejal João Paulo Rillo (Psol) y el propio Marinho hablaron en un círculo formado en medio del plenario. La prensa y los asesores de las galerías de la Casa no pudieron seguir el debate.
La situación ha molestado a otros parlamentarios, como fue el caso de Bruno Moura (PSDB), quien al finalizar la reunión del martes 2, afirmó que la disputa es una «falta de respeto». Incluso condenó la «conversación» (sic) durante la sesión.
La expectativa del gobierno es que el bloque que perdió la disputa por el mando de la Cámara solo digiera de lleno la derrota de Pauléra -y en la mesa de Edinho- tras el inicio de la votación de los proyectos de ley. Hasta entonces, la Cámara permanece dividida.
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