“Es una tormenta de nieve feroz, un Armagedón, un apocalipsis de copos. No es un buen ejercicio, sino una verdadera alerta de combate ”, declaró Evgueni Tichkovets, meteorólogo del centro privado de predicción Fobos, citado por la agencia de noticias rusa Ria Novosti.
El experto agregó que la nieve llegará «con una densidad muy alta» en la madrugada del viernes y que se espera que el fenómeno continúe durante las próximas 36 horas.
También dijo que los vientos pueden alcanzar entre 15 y 20 metros por segundo, mientras que las temperaturas bajarán a menos 15 grados.
Marina Makarova, portavoz del servicio meteorológico ruso Rosguidromet, dijo a la agencia de noticias AFP que este empeoramiento del clima es consecuencia de la ola de frío que golpea a Europa Occidental.
El fin de semana se espera nieve en la capital rusa, que podría alcanzar los 40 centímetros de altura.
En un momento en que la nieve con una altura de unos 35 centímetros ya cubre Moscú, Marina Makarova dijo que la capa de nieve podría alcanzar o superar el récord de 77 centímetros establecido en marzo de 2013.
El meteorólogo explicó esta intensidad tan esperada debido a una depresión de aire frío del norte, que luego absorbió el aire cálido del Mar Negro, antes de dirigirse hacia el centro de Rusia.
A medida que la superficie de los océanos se calienta, los científicos dicen que los ciclones, especialmente los tropicales, se vuelven más poderosos y con más precipitaciones.
Piotr Birioukov, alcalde adjunto de Moscú, anunció que se moverían 13.500 quitanieves y se movilizarían 60.000 funcionarios de la ciudad para hacer frente a los efectos de la tormenta.
El invierno pasado, la capital rusa registró récords de calor y redujo las nevadas.
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