George Russell tuvo su momento de gloria en la categoría al subir al escalón más alto del podio en Interlagos. El primer año en Mercedes estuvo lleno de esperanzas de campeonato. Sin embargo, el ocho veces campeón pasó por una fase nunca antes vista.
Después de ocho años de éxito y dominio en la competencia, Mercedes no pudo adaptarse a las nuevas pautas técnicas. Pasó buena parte del campeonato intentando solucionar los problemas del W13, y solo pudo respirar un poco más durante la etapa de São Paulo.
George Russell comenzó el camino hacia su primer logro el sábado en la carrera de velocidad. El domingo, tuvo que manejar la carrera y defenderse nada menos que de Lewis Hamilton, sediento de su primera victoria del año.
El momento más tenso para George fue durante el último reinicio, durante el cual el siete veces campeón estuvo muy cerca de su compañero. «Tener a Lewis en mis espejos, sabiendo que estaba solo 1,3 segundos detrás de mí, creó una situación de presión increíblemente alta», recordó Russell en un comunicado de prensa de Mercedes.
«Le pedí a mi ingeniero Riki que me diera esos espacios vuelta tras vuelta, sabiendo que no podía cometer un solo error porque le daría la oportunidad de atacar», explicó.
“En el momento en que crucé la línea de meta, fue un gran alivio. Saber que logramos esta victoria como equipo, pero también para mí a nivel personal, saber que manejé esta situación y esa presión fue algo de lo que me sentí muy orgulloso.
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