Las primeras conclusiones de un perito enviado al lugar por el fiscal indican que se trató de un incendio accidental, ocurrido mientras la familia dormía.
Al parecer, el incendio se produjo junto a un sofá, liberando humos tóxicos que resultaron mortales para los habitantes de la casa, indicó a la AFP un portavoz de la fiscalía de Lieja.
Según el perito, el incendio pudo haber sido provocado por un cortocircuito, una vela o un cigarrillo mal apagado.
Al abrir una ventana se produjo una corriente de aire que aceleró el incendio.
Los bomberos, alertados poco después de medianoche, llegaron rápidamente al lugar, pero no pudieron entrar en la casa, ya que la fachada del edificio de tres plantas ya estaba completamente envuelta en llamas, según el capitán Christophe Jadot.
Hubo que llamar a refuerzos para sacar los cadáveres de entre los escombros y el capitán de bomberos explicó que la casa no tenía detector de humo.
Los niños, cuatro niñas de entre cinco y 14 años, según los medios belgas, estaban todos en la escuela y la familia «participaba en la vida social» de la ciudad, según el alcalde Eric Dosogne, entrevistado por la AFP. «Estoy devastado, un número de víctimas como éste en un incendio es algo que nunca había visto aquí en 30 años», añadió.
La tragedia sacudió la localidad belga situada entre Namur y Lieja, en el este del país.
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